Elegir: el mito de Tetis y Peleus IV


Una elección puede parecer a veces fácil y otras, no tanto. ¿En qué reside la diferencia? Pueden ser las circunstancias, claro. Sin embargo muchas veces elegimos más allá de nosotros mismos y de nuestras circunstancias. París podría haber sido rey de grandes territorios si hubiera atendido a Hera. Podría también haber conquistado todos los reinos que deseara protegido por Athenea. Sin embargo tomó una decisión muy diferente más allá de sus propias circunstancias de mortal deseoso de poder. Incluso descartó la posibilidad de elegir a la más hermosa una vez que fuera un gran rey de éxito declarado.

Entre la situación de Paris y el Arcano VI hay algo en común. No se trata solamente de las mujeres o la decisión e indecisión del momento.

En un primer acercamiento podemos pensar que el denominador común sea Eros, el ángel del amor con sus flechas certeras y dolorosas. Paris se enamoró de Helena, para él la mujer más hermosa de la tierra. La flecha de Eros golpeó mucho antes de ese momento. Afrodita fue la elegida como la diosa más hermosa, no se sintió celosa de Helena y le dio toda su protección.

Este ángel parece, en fin, haberlo provocado todo y en el mito griego aparece como celeste escudero de Afrodita. Un pequeño ángel regordete vence a la gran guerrera Athenea y a la reina del Olimpo. ¿Es así en el Tarot?


Si volvemos a observar atentamente esta carta aprenderemos que estamos frente al momento preciso de una elección. Parece que el arcano pregunte: “- ¿te quedas donde estás tranquilamente o eliges lo nuevo que parece tan hermoso? Donde estás ahora es también hermoso, pero se trata de otro tipo de belleza.”

Podemos además imaginar a Tetis y Peleus en el momento de decidir si invitaban a la diosa Eris o no lo hacían. Podemos imaginarnos aceptando un nuevo reto, ¿pero por qué lo aceptamos? En el tarot se describe este proceso. Cada individuo presenta variantes, las que le son únicas. Reconocer el patrón sólo nos sirve para apreciar mejor nuestras variantes.

El Arcano VI apunta a nuestro corazón. Allí mismo apuntó Eros cuando Paris debía decidir. La decisión de Paris parece inevitable, ¿lo es la nuestra también? Tetis y Peleus decidieron no invitar a Eris, no les dio la gana. Paris olvidó sus reinos y se volcó a Afrodita que no le había prometido nada. El Arcano VI nada dice si será mejor la opción nueva representada por la mujer de la derecha o la situación ya conocida, simbolizada a su vez por la mujer de la izquierda. En cambio pinta el exacto momento de la toma de la decisión con un personaje central que se mueve entre diferentes opciones. Algunas de éstas sí que las ve, están a su derecha y a su izquierda, en el futuro y en el pasado, en el inconsciente y en el consciente. Pero hay otra posibilidad que no puede ver, sino sólo sentir. Cupido está más allá de la vista de todos como bien corresponde a un ángel. Sólo nosotros que no pertenecemos a dicha situación y la estamos mirando de frente puesto que el Arcano descansa frente a nuestros ojos podemos verlo y contemplarlo. Si nos salimos de esta situación y la vemos desde fuera, es evidente que hay cuestiones que no se nos escaparán. ¡Qué fácil entonces! Basta con que observe mi situación desde fuera y puedo ver todo cuanto entra en juego y sucede. A ver que nos cuenta este arcano…


Ilustración: Joachim Wtewael , El juicio de Paris, 1615, National Gallery de Londres

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