El destino y las historias de las Fátimas IV

Fátima eligió establecerse en China, donde se casó con un atractivo príncipe, y donde, rodeada por sus hijos, vivió muy feliz hasta el fin de sus días. Fue a través de estas aventuras como Fátima comprendió que lo que había parecido ser, en su momento, una experiencia desagradable, resultó ser parte esencial en la elaboración de su felicidad final.

La historia de Fátima es muy bonita como todas las historias. Las historias están hechas para dar sentido aquello que nos parece sin sentido.
Yo escribo porque la realidad siempre me ha parecido ajena y así la trato un poco más. Les sucede a muchos escritores sino a todos. Nos quedamos fuera en algún momento, nos quedamos mirando cómo viven otros más valientes, con más suerte, con más corazón, con más ganas de correr riesgos, con más de lo que sea que se resume en una mayor capacidad para adentrarse en el meollo de la vida.

Y puede que en muchos casos sea aplicable. La vida depende en parte de lo que uno hace con ella. Lo que pasa es que la gente rechaza son las historias en las que Fátima renuncia porque no puede con sus cargas no de tres pérdidas sino de pérdida tras pérdida. ¿Qué historia nos cuenta sobre el hecho de que Fátima no pueda más una y otra vez después de haberse reinventado en multitud de ocasiones? ¿Qué pasa cuando Fátima pierde la esperanza después de haberla inventado?
La otra Fátima parece que no ha sido escuchada y sin embargo existe y no hay nada que se pueda hacer por ella porque su destino es, además, permanecer en los pasillos oscuros del olvido. Es la Fátima con final feliz la que justamente vence. La otra es la derrotada. Y la vida ya es muy difícil, la catarsis de un final feliz da momentos ilusorios que resultan ser preferidos a los de la Fátima marginal. esta elección es por instinto de supervivencia.

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