¿Por qué el I Ching?

Hay muchas razones que pueden dar una respuesta adecuada a esta pregunta. Lo importante es saber cómo se aplica cada mancia. Las ventajas del I Ching es que aún sin conocerlo en profundidad ni dedicarle muchas horas de estudio, podemos obtener respuestas que nos llenen. Basta con concentrarse, tener una pregunta, ganas de escuchar una respuesta y ganas de pensar.

El I ching no nos dirá corre detrás de él o ella, no dejes escapar esta oportunidad, cómprate esta casa. El I ching nos contesta de manera muy poética, y muchas veces sin entenderlo del todo, hay algo que enciende nuestros motores para que nos pongamos en marcha. Sus respuestas hablan con lenguaje simbólico. A cada pregunta nos regala una poesía. Después de una respuesta del I Ching es inevitable reflexionar o darle vueltas al asunto hasta que damos con una resolución desde aquello que nos ha intrigado. Esta es la manera en la que opera el I Ching. No nos da recetas, ni instrucciones. En realidad nos empuja a abrir la puerta a nuestra voz interior y ella se manifiesta, sin lugar a dudas.

El I Ching empezó a usarse en el año 3000 antes de Cristo. Generaciones y más generaciones lo han consultado. Esto querrá decir algo, ¿verdad? Hay más webs dedicadas al I Ching que a Penélope Cruz o Fidel Castro, dos personas bastante conocidas. Esto también querrá decir algo. Además de que es un sistema conocido, es un sistema que da respuestas a millones de personas en diferentes partes del mundo y en muy variados momentos de la historia desde hace cinco mil años. De acuerdo, esto no garantiza que funcione o que nos sirva, pero sí puede que probarlo no sea tan mala idea.

No hay comentarios: