La cocina del Tarot: El Mago I


El Mago nos invita a transformar la realidad combinando de forma inesperada diferentes aspectos de la misma. Es el creador por excelencia. Para un mago no existen límites, de ahí su poder para sacarse de la chistera cualquier cosa a partir de nada. Para un Mago el “no” no existe porque siempre puede transformarse en un “sí”. Lo que sucede es que donde los demás percibían nada, ninguna posibilidad de nada, el Mago ha visto elementos combinables que unidos forman un algo bastante válido. No se trata de hacer chapuzas, sino de transformar y dar lugar a una nueva realidad. Tampoco se trata de ser magos a todas horas, sino de utilizar su energía cuando la necesitamos. Pero antes hemos de ejercitarla, no aparece como un milagro. Está en nosotros, empecemos por reconocerla.

¿Recuerdas la última vez que de algo aparentemente sin solución, pudiste obtener una posibilidad? ¿Y la última vez que hiciste un apaño? ¿Te acuerdas de cuál fue la última vez que te sacaste algo de la chistera y sorprendiste a alguien o a ti mismo? ¿Qué pasó la última vez que te sorprendiste? Todas las respuestas que obtengas a estas cuestiones están directamente relacionadas con la energía transformadora que representa el arcano de El Mago.

Pero pongamos por caso que ya ni recuerdas la última que te sacaste algo de la chistera. ¿De pequeño jugabas entrando y saliendo de mundos que eran posibles para ti y para otros no? ¿Alguna vez te has inventado algo y has creado situaciones para ligarte a alguien, por ejemplo? Todas las respuestas afirmativas a estas preguntas indican que en algún momento te relacionabas con tu parte más creativa. Está ahí, pero no siempre presente. Todos tenemos esta parte dentro de nosotros. Es una excelente ayuda en los momentos de crisis, cuando hay que sacar de donde no hay. ¡Pero cuidado! Si en tu mente se dibuja el muro infinito del “NO PUEDO HACER NADA”, te bloqueas y te congelas, el Mago de-sa-pa-re-ce-rá.

El Mago es rápido, nos asombrará con lo que otros llaman trucos, pero a él le resulta absolutamente natural. Tendrá una idea a partir prácticamente de nada, insisto. Este mago no es un charlatán, éste crea, usa su imaginación y tiene una enorme capacidad de comunicación porque sabe, sabe escuchar lo que se le dice incluso entre líneas.

El mago puede ser un gran chef, que lo es, pero su máxima cualidad es la de jugar con los alimentos. Él se lo pasa estupendamente mientras cocina y prepara la mesa. Normalmente necesita un destinatario a quien sorprender porque necesita compartir la creación. Tendrá en cuenta todo: los colores, las formas, los aromas, lo que sabe de sus invitados. Y a lo mejor no tendrá casi nada, nada de juegos de platos, nada de muchos y diferentes manteles, pocos alimentos básicos. No se trata de un buen huésped al estilo tradicional que estará pensando un menú durante días y buscará que todo sea perfecto como en el mejor de los restaurantes o en la más innovadora revista de gastronomía. El mago es muy particular y sabe, sobretodo sabe, imprimir su personalidad a lo que hace sin apabullar a quienes le rodean. El Mago sabe cómo hacer para que todos disfrutemos inocentemente y juntos, con él nadie queda excluido.

Abre la nevera. Inspecciona tu cocina. ¿Qué tienes?

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