Elegir: el mito de Tetis y Peleus XII


Observando las posibilidades de una elección... Después de darle tantas vueltas a esta carta y al momento que simboliza sabemos qué con mayor precisión lo que conlleva elegir y lo importante que es escucharnos de verdad. ¿Pero cómo hacerlo? Recurramos una vez más al método simple y barato. Observa la carta. Ya sabes qué representa cada uno de sus elementos. Juega a ser ellos. ¿Con qué se identifica la mujer de la izquierda? ¿Y la de la derecha? ¿Qué susurra el ángel? ¿Cuál es el cambio del que nace la flecha que no quieres ver? ¿Puedes sentir la flecha? ¿Dónde? ¿Y tú como figura central de este momento qué les dices a los otros personajes? ¿Quién calla? ¿Quién grita?
Explora, cambia de punto de vista, trabaja tu capacidad de comprensión para hacerla mayor. Y que todo esto sea, que lo es, un impulso para que tú elijas por ti mismo para tu vida. No te olvides que esta carta te pide amor, hagas lo que hagas. Mírate con ojos amorosos en esta encrucijada. No se trata de hacer algo que esté bien o mal, sino por amor y por amor a ti mismo. Una vez que decidas no tienes porque correr a toda prisa. El ritmo depende de ti y de la magnitud de tu empresa. Y se trata de amor hacia tu meta. Imagínate tus elecciones como si fueran parejas. ¿De cuál estás más enamorada? ¿Cuál te da más libertad? ¿Cuál te crea más dependencias? ¿Por cuál te irías al fin del mundo? ¿Cuál te da la seguridad que anhelas para poder hacer otras cosas? ¿Cuál te da más miedo? ¿Cuál de tus metas es tu verdadero amor?
Elegir: el mito de Tetis y Peleus XI
La memoria de las ballenas
En un viejo archivo encontré algo extraordinario. Fue noticia en los periódicos de todo el mundo: ballena perdida en nuestras costas.
Aquí en el Báltico el tiempo es más lento que en otros lugares del mundo, es la niebla, las ballenas están de paso hacia otros mares, hay tiempo para encontrar el pasado. En los raros días sin niebla las vemos a lo lejos; si no, queda su grito ahogado de blanco y espesura.
Una ballena atracó en nuestras costas. El esfuerzo desgajó sus aletas, se quedaron flotando cerca de su cuerpo, añorándolo.
Como aconteció no es abordable. Ya no interesa porque sucedió hace mucho para unos pocos y además fue, y aún lo es, inexplicable. Pero hasta para eso hay buenas razones.
Con la guerra española del ’36 mujeres y hombres se encontraron en tierras diferentes. Las mujeres y los niños fueron empujados en un barco. Los hombres, a un tren. Unos y otros fueron igualmente conducidos al final de aquella desdicha. Los separó finalmente una promesa, ya no la guerra.
Las mujeres y los niños cayeron como las gotas de una lluvia huracanada en las costas del Golfo de México. Los trenes de los hombres llegaron al norte de Alemania. Luego no hubo sino huída a través del bosque hasta el Báltico, cielo y mar blancos, playas negras.
Nada sabían los unos de los otros salvo que estaban perdidos. El correo en aquellos años no existía pues a una guerra sucedieron otras y otras más como un bordado siniestro de formas caprichosas. Ni un mensaje. Se perdieron también las botellas, no alcanzaba las palomas a atravesar tanta distancia, ni los gorriones ni las mariposas. Pero las ballenas, las ballenas, sí.
¿De quién había sido la idea? Quizás fuera de una mujer en México o de un hombre al ver aquellos que no eran navíos fantasmales en el Báltico o tal vez de un niño o un poeta. Hubo alguien que fue el primero, sin lugar a dudas.
Alguien vio una ballena en febrero, a más de una. Un chamán les ayudó. Cuando las ballenas llegaron a las otras orillas abrieron sus grandes bocas y de ellas salían palomas mensajeras, gorriones y mariposas. Se llenaron de lunares de esperanza el cielo y el mar. Entonces supieron los hombres que sus mujeres les amaban y las mujeres que sus hombres vivían con su amor. Y ese amor les hizo continuar.
Las ballenas escuchaban cientos de veces los nombres de las personas amadas, los que eran aullados en cada orilla cien y mil veces y con tal dulzura rota que las ballenas compasivas se los aprendieron de memoria, en cada regreso a la otra orilla los repetían como ecos. Los hombres, las mujeres y los niños amados lloraban de alegría mientras cazaban palomas, gorriones y mariposas
Con el tiempo y el dolor inexorables, unos y otros fueron muriendo. No fue por el tiempo, tampoco por el dolor sino por su densidad asfixiante. Los cuerpos de las mujeres y los niños se evaporaron y aún son nubes de formas caprichosas como mariposas, palomas y gorriones, y también ballenas. Los cuerpos de los hombres se volvieron vasijas rotas cubiertas de una pátina blanca. En un día de sol, llegaban a brillar como perlas sobre las arenas negras del Báltico. Pero de eso hace tanto tiempo que todos lo han olvidado. Menos las ballenas.
Es un secreto de ballenas que cada año una de ellas al alcanzar las costas bálticas se transforma en mariposa para recordar el amor entre dos costas lejanas sólo que antes buscan el nombre de la persona amada y al no encontrarlo, se entregan a la costa por melancolía y amor.
Elegir: el mito de Tetis y Peleus IX

Los dos personajes femeninos de la izquierda y de la derecha nos hablan de nosotros mismos, los tres, en efecto, estamos juntos y danzamos juntos. Allí estamos a punto de dar un paso hacia atrás o hacia adelante con lo que somos. Esta carta nos enseña que nos reconocemos desde nuestras diferentes partes, desde lo que hemos sido, somos y queremos ser. Tres personajes que son en realidad uno, uno mismo, que se mueven con un cuarto que es nuestro ángel. No es nada casual que tantas culturas diferentes hagan mención importante de la trilogía, es una imagen muy importante y sagrada en muchas sociedades y un elementos que aparece en innumerables mitos.
La carta nos invita a observarnos en los que vemos y prevemos en otros. Mi proyecto de futuro es una parte de mí, ¿pero cuál? Tiene raíces en el pasado, ¿cuáles? Éstas y no otras son las preguntas que surgen de esta carta. Descubras lo que descubras recordemos que hemos de tratarlo con todo el amor que un ángel tendría por nosotros.
Cuando nos olvidamos de amarnos, podemos recordarlo con una o mil de las miles historias de amor que pueblan nuestro mundo. A mí me gustan muchas, una de mis preferidas es “La memoria de las ballenas”
Los gatos y yo




Elegir: el mito de Tetis y Peleus VIII

En la historia que nos cuenta el Tarot los arcanos VI, XIII y XX están estrechamente relacionados. El arcano XIII es la calavera y a punta a lo más esencial de la vida, a su esqueleto, a lo que la sostiene ya su esencia. Mientras que el arcano XX, el Juicio, nos habla de la nueva vida después de la muerte (no de la física sino de las situaciones que nos hacen morir para renacer como mariposas que nacen de sus orugas), de los lugares que nos pertenecen cuando desarrollamos nuestra esencia. Con estos breves apuntes ya podemos señalar que el ángel nos trae un gran mensaje desde y hacia el desarrollo fundamental de la vida más allá de nosotros mismos.
Desde el amor y las emociones (arcano VI) recorremos cuanto atraviesa nuestro sistema nervioso central (XIII) hacia nuestra postura ante el futuro. Ésta es la zona que no vemos y que nos permite andar con nuestro bagaje, con lo que hemos aprendido y lo que a veces necesitamos desaprender. El tarot viene a mostrarnos algo que parece erguirnos como un esqueleto: nuestras emociones. En efecto, el arcano VI hace referencia a la ternura, las dulces maneras, las palabras amorosas y cuidadosas, del contacto humano, del reconocerse y cómo no, del enamorarse (y no sólo de una persona). Sólo hay dos cartas en todo el Tarot en el que los protagonistas se reconocen y se tocan y en las que se muestran los mismos puntos energéticos dirigidos por las

El 2010 sin estrés
Ver mapa más grande
Elegir: el mito de Tetis y Peleus VII

La lluvia en Sevilla es una maravilla pero aquí...
El 2010 poético
Elegir: el mito de Tetis y Peleus VI

Elegir: el mito de Tetis y Peleus V

Miremos más atentamente esta carta. Observemos con atención y delicadeza, respirando y mirando, acariciando la carta con nuestro pestañar.
Lo que ya sabemos y vemos es que su protagonista se encuentra entre dos opciones. Hay una tensión extraordinaria. No se trata de una tensión inmovilizadora sino que genera una pequeña danza de pies que avanzan y retroceden en un delicado y casi invisible minueto. Hay algo más a tener en cuenta: el protagonista no ve a Cupido. ¿Y si no puede contemplarlo, cómo se da cuenta de su presencia? Si nos hieren con una flecha, seguramente lo sentiremos. Pero estas flechas no son como las de los indios ni como las de las películas, pueden ser muy sutiles, incluso apenas perceptibles sino estamos muy atentos. Puede ser que la flecha nos haya tocado. Puede ser que estemos tan ocupados decidiendo entre izquierda y derecha que no nos demos ni cuenta. Esto debe sucederles a muchas personas porque el tarot nos pinta al protagonista del Arcano VI de espaldas al toque angelical. Podemos ver muchas cosas, pero lo que se queda a nuestras espaldas evidentemente no hace parte ni de nuestra visión ni de muestra parte consciente. Sin embargo allí está. “E pur si muove!”, diría Galileo. Es posible inferir de todo lo que hemos estado ilustrando que una parte de nuestras elecciones responde a cuestiones de las que no somos conscientes. ¿Y entonces?
Podemos vivir con lo que vemos ignorando lo que no, claro. Aquí el tarot llama la atención sobre esta condición tan humana. Nos muestra una figura tan importante como los otros tres personajes (el tamaño de los símbolos nunca es gratuito). Todo apunta a que no nos vendría mal atender a nuestro ángel y sin embargo hasta que no haya pasado todo no sabremos si se habrá desatado la guerra de Troya, si habremos conseguido el amor de la persona más hermosa de la tierra o si todo estará tranquilo o si habremos perdido lo más hermoso con todos los riesgos que aún así podría conllevar.
Lo que se describe en este Arcano es el dilema, el dilema de estar vivos y la responsabilidad que acompaña al libre albedrío. ¿Qué sucede en este dilema? El Tarot nos ofrece una foto del momento. Llama a esta carta “Los enamorados”, nos pinta entre dos posibilidades y con un ángel resplandeciente.
Tetis y Peleus podrían haber invitado a Eris para evitar la venganza, quizás hubiera sido honesto hacer que todos en el Olimpo fueran copartícipes de su amor. El mito podría haber desarrollado una historia en la que Tetis y Peleus fueran los únicos castigados directamente por la pérfida Eris. Pero hubo algo más allá de todo que fue desencadenando la trama.
Nosotros mismos podríamos decir que no a un nuevo trabajo, a una nueva hipoteca o a un nuevo amor, sea humano, vocacional o material. ¿Pero qué sucedería entonces? Nada. No habría ni nuevo amor ni nueva situación. Quizás, a pesar de todo, sea una bendición el que la trama se desencadene. Quizás no se trate de la trama sino de nosotros mismos. En este arcano son Cupido y la mujer de la derecha quienes físicamente están más cerca del corazón del protagonista. La mujer de la izquierda también toca al protagonista, pero está un poco más alejada y no podemos definir con precisión si lo retiene o lo empuja. Lo que sí sabemos con certeza es que lo mira directamente a los ojos. Ambos se reconocen y se observan eternamente. ¿Qué comunicarán esas miradas? Eso sólo lo podemos saber cada uno de nosotros si nos dedicamos a imaginar dicho diálogo. ¿Cómo? Una de las técnicas más sencillas y más baratas consiste en tomarse un rato de silencio, un papel y un lápiz y simplemente dejar que la mano vaya escribiendo sola.
Aforimas: esperanza
Una nueva reseña
MARTES, DICIEMBRE 22, 2009
JIMENA FERNÁNDEZ PINTO “LOS CUENTOS DEL DESTINO”
ISBN: 84-9777-562-5 Edición: 2009
“No hace falta clarificar qué es sano, tú lo sabes.”
Se pueden escribir relatos inspirándose en las cartas del Tarot sin llegar a conocer su significado. Se pueden escribir cuentos observando el diseño de estas cartas y, condicionado por formas y símbolos, dar fruto a interesantes historias. Pero en este caso en particular, nos encontramos con una escritora que ha profundizado en el trasfondo metafísico del Tarot y, gracias a este conocimiento y a un excelente estilo narrativo, ha visto publicada una obra cuyo mensaje se encuentra en la raíz espiritual humana. Con relatos cortos con mensajes metafóricos muy bien perfilados y elaborados, el lector podrá encontrar claves aplicables en su propia vida analizando “Los Cuentos del Destino” muy detalladamente.
“Las cosas serias requieren su tiempo, respétalo.”
Lo que más me ha gustado de este libro es la precisión con la que esta escritora ha reflejado la esencia de cada carta del Tarot en cada uno de los cuentos. Un factor que no siempre he visto incluido en otras obras literarias inspiradas en este método de visualización esotérica. Por este motivo, el valor no sólo literario, sino místico que destila esta obra, hace que mi recomendación se vea reforzada ante tal excelencia. Bien es verdad que Tarots hay muchos, aunque la baraja española y el Tarot de Marsella sean primordiales para convertir un proyecto literario de esta clase en una realidad consistente. Pero se puede unificar en un mismo bloque simbólico, el significado esencial de cada arcano y dentro de esa base esotérica, “Los Cuentos del Destino” tienen su pilar conceptual principal.
“Todos buscamos a ese sabio anciano, podemos citarnos con él en nuestro interior; dentro de nosotros y dentro de los mensajes que nos legaron nuestros antepasados.”
Con un estilo literario muy vivo que hace de la lectura de sus páginas un momento muy especial, el lector comprobará con qué rapidez va pasando de un relato a otro sin que el interés decaiga en ningún momento. Una obra que invita a la relectura futura con la garantía de nuevas enseñanzas a descubrir porque el Tarot, al igual que la vida, siempre está en una constante evolución. Por este motivo, presente, pasado y futuro quedan unificados en una misma unidad simbólica cuya representación literaria en “Los Cuentos del Tarot” ha quedado perfectamente retratada. “Los Cuentos del Tarot”, la fuerza del relato corto unida al enigmático mundo del esoterismo. ¡¡¡Disfrútenlo!!!.
“Todos los mitos nos hablan de este momento. Así podremos conectarnos con toda la humanidad, perdonarnos por escuchar a nuestro ego y todo ello sin dejar de seguir adelante.”
Lux_Atman
Artículo Nº: 545
Comentario en la blogosfera sobre el libro
LUNES 21 DE DICIEMBRE DE 2009
Un largo letargo y un anhelado despertar...

Ayer por la noche decidí que no voy a hacer balance del 2009. ¿Por qué? Porque no creo que valga la pena. No porque no haya vivido momentos dorados durante estos meses, sino porque mi vida anterior a partir del 1 de enero del 2010 no existirá. No importa lo que ha sucedido con anterioridad. Quiero empezar de cero, y empezar de cero significa volver lo mínimo indispensable al pasado. Al tiempo, me he dado cuenta de que estos dos últimos años si han tenido un sentido. Me explico: llevo tiempo pensando que el 2008 y el 2009 apenas han traído nada a mi vida y han pasado sin pena ni gloria por delante de mi casa. He vivido muy hacia adentro, apenas he cultivado mi vida social, y los días eran más que rutinarios, no había mucho más que el trabajo, las escapadas viajeras y un sueño que perdía por momentos su sentido. Apenas escribía, apenas vivía, apenas sentía, apenas nada…
Estos días, leyendo un libro mágico “Los cuentos del destino” de Jimena Fernandez Pinto, he comprendido que este era un letargo necesario. No estaba parada, sólo me había quedado dormida, descansando, pero, aunque fuera no sucediera nada, dentro estaban sucediendo muchas cosas: me estaba preparando para lo que vendría después, para lo que está sucediendo ahora. Estaba haciendo acopio de fuerzas, aceptando mi parte sombría y mi destino en silencio, comprendiendo los pequeños misterios que habitan en mi vida. Un poco como la sacerdotisa en el tarot, estaba cultivando mi intuición, aprendiendo a armonizarme con aquello que me toca vivir y aceptarlo sin rebelarme, afinando el oído para escuchar mi voz interior…
Ahora me estoy desperezando. Creo que este período me devuelve una yo más auténtica, más sincera consigo misma y más integrada. Creo que este sueño reparador me ha dado una fuerza inmensa para acometer el gran reto que se me presenta y sobre todo el valor que me faltaba para tratar de transformar mis sueños en pequeñas realidades…
Ah! Por cierto, feliz Yule o feliz Navidad para todos. Al fin y al cabo es exactamente lo mismo…
Obertura de Peleus and Tethis
Elegir: el mito de Tetis y Peleus IV

Una elección puede parecer a veces fácil y otras, no tanto. ¿En qué reside la diferencia? Pueden ser las circunstancias, claro. Sin embargo muchas veces elegimos más allá de nosotros mismos y de nuestras circunstancias. París podría haber sido rey de grandes territorios si hubiera atendido a Hera. Podría también haber conquistado todos los reinos que deseara protegido por Athenea. Sin embargo tomó una decisión muy diferente más allá de sus propias circunstancias de mortal deseoso de poder. Incluso descartó la posibilidad de elegir a la más hermosa una vez que fuera un gran rey de éxito declarado.
Entre la situación de Paris y el Arcano VI hay algo en común. No se trata solamente de las mujeres o la decisión e indecisión del momento.
En un primer acercamiento podemos pensar que el denominador común sea Eros, el ángel del amor con sus flechas certeras y dolorosas. Paris se enamoró de Helena, para él la mujer más hermosa de la tierra. La flecha de Eros golpeó mucho antes de ese momento. Afrodita fue la elegida como la diosa más hermosa, no se sintió celosa de Helena y le dio toda su protección.
Este ángel parece, en fin, haberlo provocado todo y en el mito griego aparece como celeste escudero de Afrodita. Un pequeño ángel regordete vence a la gran guerrera Athenea y a la reina del Olimpo. ¿Es así en el Tarot?
Si volvemos a observar atentamente esta carta aprenderemos que estamos frente al momento preciso de una elección. Parece que el arcano pregunte: “- ¿te quedas donde estás tranquilamente o eliges lo nuevo que parece tan hermoso? Donde estás ahora es también hermoso, pero se trata de otro tipo de belleza.”
Podemos además imaginar a Tetis y Peleus en el momento de decidir si invitaban a la diosa Eris o no lo hacían. Podemos imaginarnos aceptando un nuevo reto, ¿pero por qué lo aceptamos? En el tarot se describe este proceso. Cada individuo presenta variantes, las que le son únicas. Reconocer el patrón sólo nos sirve para apreciar mejor nuestras variantes.
El Arcano VI apunta a nuestro corazón. Allí mismo apuntó Eros cuando Paris debía decidir. La decisión de Paris parece inevitable, ¿lo es la nuestra también? Tetis y Peleus decidieron no invitar a Eris, no les dio la gana. Paris olvidó sus reinos y se volcó a Afrodita que no le había prometido nada. El Arcano VI nada dice si será mejor la opción nueva representada por la mujer de la derecha o la situación ya conocida, simbolizada a su vez por la mujer de la izquierda. En cambio pinta el exacto momento de la toma de la decisión con un personaje central que se mueve entre diferentes opciones. Algunas de éstas sí que las ve, están a su derecha y a su izquierda, en el futuro y en el pasado, en el inconsciente y en el consciente. Pero hay otra posibilidad que no puede ver, sino sólo sentir. Cupido está más allá de la vista de todos como bien corresponde a un ángel. Sólo nosotros que no pertenecemos a dicha situación y la estamos mirando de frente puesto que el Arcano descansa frente a nuestros ojos podemos verlo y contemplarlo. Si nos salimos de esta situación y la vemos desde fuera, es evidente que hay cuestiones que no se nos escaparán. ¡Qué fácil entonces! Basta con que observe mi situación desde fuera y puedo ver todo cuanto entra en juego y sucede. A ver que nos cuenta este arcano…
Elegir: el mito de Tetis y Peleus III

Zeus determina que sea un mortal quien dictamine cuál de las tres diosas es la más hermosa, si Venus, Athenea o su propia esposa. Lo mejor es que sea el primer mortal que se encuentre. Peleus no está y en la fiesta sólo quedan dioses y semidioses. Rápidamente un mensajero baja del Olimpo y al primero que ve es al hijo de Príamo, rey de Troya. El mensajero se encuentra con Paris que estaba tomando el fresco en lo alto del Monte Ida en ese cálido domingo por la tarde. ¿Y cómo hace un mortal para decidir cuál es la más hermosa de las diosas? No las conoce, nunca ha conocido a ninguna y ahora de la noche a la mañana tiene a tres delante suyo, las tres son diosas, divinas y, por supuesto, hermosísimas.
Supongo que nos pasaría lo mismo si nos preguntaran cuál ha sido el momento más hermoso de nuestra vida. Un único momento. Una única diosa. Quizás nos pondríamos a pensar en lo que nos deparó cada uno de nuestros hermosos momentos. No vale si hemos tenido un único hijo, como mínimo para entender la situación de Paris deberíamos haber tenido dos, sino sería muy fácil. Paris se sintió confuso. Las diosas se dieron cuenta y cada una de ellas le ofreció algo a cambio de que eligiera a una de ellas como la más hermosa. Hera le prometió reinos y Athenea, éxitos. Afrodita no tuvo que ofrecer nada porque Eros, el ancestro directo de nuestro Cupido y que cumple las mismas funciones, estaba por allí y blandió una de sus amorosas flechas hacia el joven Paris. Obviamente el muchacho se rindió ante la bella diosa del amor. Ella como agradecimiento le otorgó su protección y la mano de la mujer mortal más hermosa. Esa era Helena que para acabar de complicar toda la historia estaba bastante felizmente casada con el Rey Menelao. No podemos decir que fueron felices y comieron perdices, etc., etc. Así se originó la famosa Guerra de Troya.
Preguntas y respuestas de una decisión, más preguntas y quizás más respuestas
Los etcéteras suelen tener más peso de lo que parecen, al menos nos ahorran contar una y otra vez lo que no tenemos ningunas ganas de repetir. Suelen ser un contundente argumento. En ellos pensaba mientras se prodigaba la mañana lluviosa. Preguntas y respuestas y más allá una elección, quizás para cuando saliera el sol. Pero en realidad ni tan siquiera mucho más allá, sino desde la pregunta misma ya estamos asumiendo una elección. Ésta es una de las enseñanzas del Tarot: en la tensión de la duda ya está la elección.
La decisión puede ser una “fiesta” a la que convidamos a diferentes cuestiones. Mi “ocasión” es el tema laboral. En mi lista de invitados están la estabilidad salarial, el progreso profesional (que no siempre se sientan juntos en este tipo de fiestas), la capacidad de asumir nuevos riesgos, el desafío al vacío, la necesidad de avanzar, las ganas de aprender, la libertad, la decisión en sí misma, la valoración de mis capacidades, mis propias posibilidades y más etc., etc.. Los invitados pueden ser tantos como los de una gran boda celebrada en un palacio o tantos como un encuentro íntimo de dos que festejan su aniversario.
Desde el principio de este segundo capítulo estamos dándole vueltas al mismo tema porque este arcano es fundamental en la estructura general del tarot. Podemos incluso imaginar que hay diez cartas más que giran en torno suyo, como si fuera uno de los ejes de los veintidós arcanos. El otro eje se encuentra en la carta XVII. Ambos, de maneras complementarias, señalan la importancia del libre albedrío y de nuestra capacidad para estar en sintonía con
Destinos: Michelle Bachelet
Es una de las preguntas más humanas. Es una pregunta que me hacen muchas veces. Es una pregunta que yo misma me hago y que a la vez planteo a filósofos, al tarot, a las estrellas. También sé que no es tan importante ese "qué" sino el "cómo". Y cuando encuentro casos, bien en mi consulta, bien por libros o medios de comunicación, en los que resulta evidente cómo una persona se trasciende a sí misma y al dolor o a las dificultades, me llena de esperanza y orgullo ser humana. No siempre es posible ir más allá de uno mismo aunque siempre deseable y un intento que es mejor no abandonar nunca.
Parte 1
Parte 2
Parte 3 (que he colocado ya al comienzo de esta entrega y que vuelvo a poner aquí para quien quiera seguir el orden)
Parte 4
Parte 5 y final
I Ching para gente ocupada
Todos estamos de acuerdo en que los sueños son una manifestación de nuestro interior. En efecto, los sueños se manifiestan mediante un lenguaje simbólico que la mayoría de veces es propio y único de quien sueña. Cuando alguien nos menciona, por ejemplo, la palabra “casa” quien más quien menos y con algunas variaciones, se imagina la típica casita que ya dibujábamos cuando éramos pequeños. Eso que todos imaginamos es el símbolo de “casa” y no una casa en concreto. Si alguien nos muestra un dibujo de una casita de ese tipo, pensaremos en la idea de casa y luego la acomodaremos a nuestros criterios.
Lo que hace el I Chinbg es mostrarnos algo similar a ese dibujo, pero ya no de una casa sino de ideas más complejas. Con el I Ching podemos ver el símbolo de ideas como, por ejemplo, recibir o dar, esperar o darse prisa y en diferentes varias universales.
Ahora bien, de ahí a que un libro con símbolos y yo, quien consulta, conectemos a niveles personales hay un trecho. Sin embargo, es posible.
Quien desarrolló esta posibilidad de manera científica, identificándola y describiéndola fue el doctor Sheldrake, formado en botánica en Cambridge y con una experiencia internacional, allá por los años ochenta publicó una teoría sobre los campos morfogenéticos. Según esta idea cada cosa viviente está rodeada de energía. Así no sólo ocupamos un espacio físico, sino también uno energético. Esta energía no se ve afectada ni por la distancia ni por el tiempo. Esta no es una forma de energía localizada, es una energía que existe en todas partes y todo el tiempo. En psicología se han desarrollado terapias basadas en este tipo de sucesos mejor conocidas bajo el nombre de terapias Sistémicas.
En palabras del Dr Shladrake: “Cada tipo de molécula, cada proteína por ejemplo, tiene su propio campo mórfico -un campo de hemoglobina, un campo de insulina, etc. De igual manera cada tipo de cristal, cada tipo de organismo, cada tipo de instinto o patrón de comportamiento tiene su campo mórfico. Estos campos son los que ordenan la naturaleza. Hay muchos tipos de campos porque hay muchos tipos de cosas y patrones en la naturaleza...".
Uno de los tantos ejemplos citados por Sheldrake es el de los monos de la isla de Koshima, en Japón. Los científicos alimentaban a estos monos con boniatos sin lavar. Una hembra que respondía al nombre de Imo (casualmente significa “patata” en japonés), descubrió que lavando el tubérculo en el mar, además de perder la tierra que las rodeaba, tenían mejor sabor. Pronto todos los monos de la isla de Koshima aprendieron el truco. En el mismo momento que esto sucedía todos los monos de Japón y luego los de Asia, comenzaron a lavar sus boniatos, y ello a pesar de haberse evitado el contacto de los monos de Koshima con los del resto del país.
Estos campos morfogenéticos son la superficie intangible de energía sobre la cual nuestro inconsciente puede materializarse en una mancia de cualquier tipo, no solamente con el I Ching.
Para facilitar esta corriente de comunicación o de transmisión es importante no inundar el espacio de consulta con sonidos externos. Una consulta del I Ching se hace en un ambiente silencioso. Antes de tirar las monedas o elegir el hexagrama, nos concentramos. Para ello es necesario hacer una pequeña respiración y relajación de unos cinco minutos. Primero hacemos tres respiraciones profundas inspirando, llevando el aire a todos los rincones de nuestro cuerpo y espirando muy profundamente hasta quedarnos sin aire. Luego, sentados, continuamos inspirando y espirando mientras nos imaginamos que cada vez que inspiramos aire, también adquirimos amplios niveles de relajación que llevamos a una parte de nuestro cuerpo. Y cuando sacamos aire, nos quitamos tensión. Estos preparativos son necesarios para encausar nuestra concentración y para eliminar ruidos de todo tipo, externos e internos, que dificultarían en grado excesivo nuestra conexión morfogenética.